Perdió la confianza en la razón, porque sin ella no se hubiesen podido construir los campos nazis o soviéticos ni organizar la deportación de millones de personas, pero nunca en el ser humano. Preguntada sobre sus creencias, respondió en aquella entrevista: "¿Tengo que creer en algo? Tal vez pueda responder a su pregunta. Creo en algo: las personas buenas existen, siempre han existido y siempre existirán. Y sé quiénes son las buenas personas".
(Ver noticia completa en El País. 20/7/2019)