¿Sueñan las muñecas con amantes eléctricos?

En una especie de gran refugio bajo tierra sin ventanas, decenas de vaginas de goma están apiladas en cajas, clasificadas según la forma de los labios. Más allá, hay pechos y pezones, divididos por tamaño y color. Cuerpos desnudos, todos diferentes pero con la misma pose sugerente, cuelgan de cadenas enganchadas a los cuellos sin cabeza. Quizá no es el mejor sitio para quedarse encerrado por la noche, pero es un lugar perfecto para ponerse a hablar del futuro de la humanidad.
(Ver noticia completa en El País. 19/3/2018)