El puesto de la filosofía en la nueva ley educativa



La filosofía debe guardarse de pretender ser edificante” (Hegel).
“Catón, a quien desde el principio había sido poco grato el que fuese cundiendo en la ciudad la admiración de la elocuencia, por temor de que los jóvenes, convirtiendo a ella su afición, prefiriesen la gloria de hablar bien a la de las obras y hechos militares, cuando llegó a tan alto punto en la ciudad la fama de aquellos filósofos y se enteró de sus primeros discursos […], tomó la resolución de hacer que con decoro fueran todos los filósofos despedidos de la ciudad” (Plutarco).
Asturias 24, DOMINGO 11 DE OCTUBRE DE 2015