Puntos de la historia

Por segunda vez en un siglo, España se convierte en el laboratorio en el que se entrecruzan las fuerzas telúricas que determinan la historia. La primera vez, la Segunda República, cuando los gobiernos europeos tentaron la suerte de adormilar a la bestia fascista entregando un país a los pies de los caballos. Conocemos bien el precio pagado por los temerosos gobiernos de Inglaterra y Francia. No es diferente ahora la situación. El siempre lúcido FMI sabe que el nuevo orden económico exige víctimas propiciatorias. Se sabe bien dónde elegir: un pueblo castigado y sabio. Un pueblo que sabe de la vida y la muerte. Un pueblo que elegirá, suponen, la humillación y el castigo antes que, como el dubitante Hamlet, volverse y confrontarse con el destino cara a cara, aún sabiendo la derrota...
Fernándo Broncano. "El laberinto de la identidad" . Ver artículo completo