Después de las guerras médicas 490- Dario y la batalla de Maratón, 480-79- Jerges y las batallas de las Termópilas, Salamina y Platea), los persas, a pesar de ser derrotados, no vieron disminuido el poderío de su imperio, sin embargo, su expansión se detuvo. Para los griegos las consecuencias fueron importantìsimas.
- Grecia aseguró su independencia y mantuvo su división política en ciudades- estado.
- Atenas fue la polis que sacó más provecho de la victoria, igualando en poderío a Esparta. Su fuerza y prestigio aumentaron enormemente y vivió durante este siglo su mayor esplendor (La primera Ilustración) (en el año 404 se dio el gobierno de los 30 tiranos por influencia espartana. En el 431 se habían producido las guerras del Peloponeso).
- La cultura griega (occidental) continuó su expansión geográfica.
En Atenas encontrábamos tres clases de habitantes: los ciudadanos, los metecos y los esclavos. Los ciudadanos se reservaban la actividad política y la propiedad territorial; las diferencias entre los ciudadanos se daban por su fortuna y ocupación: dedicarse a una actividad remunerada no era bien visto, sólo el propietario que dirigía personalmente la explotación de sus fincas escapaba a ese descrédito. A la mayoría de los ciudadanos les parecía mejor tomar parte en los asuntos del estado que dedicarse a actividades particulares.
En su acepción más general, el término griego "nomos" significa "ley", designa el conjunto de normas políticas que acata y por las que se rige una comunidad humana. Toda comunidad posee unas leyes y es normal que el hombre se pregunte por su origen y naturaleza.
Una primera respuesta es la del pensamiento mítico - religioso, según el cual las leyes e instituciones procedían de los dioses. La Filosofía abandona ya este tipo de explicación; por ejemplo, Heráclito ya no vincula la ley a la acción de un dios en concreto que fundara tal ciudad en un pasado remoto (serie de Hèrcules) sino que la observa como un reflejo del orden del universo (logos).